miércoles, 7 de abril de 2021

La búsqueda de igualdad es feminista

Antes de autodenominarme feminista, me gusta reflexionar sobre lo que implica ser feminista para mí.

Busco igualdad de oportunidades. Busco inclusión social. Busco reivindicación racial histórica. Busco que exista acceso a educación y salud a las niñas y mujeres olvidadas por un sistema patriarcal y capitalista. 

¿Soy feminista? Sí, lo soy. ¿Es el feminismo un club exclusivo al que solo puedes entrar si cumples ciertos requisitos? No. Pero (y sí, claro que hay un pero), es muy importante reconocer el rol de las miles, millones de mujeres activistas. Las que están donde las papas queman. 

En mi camino para entender mejor la lucha del feminismo, he aprendio a escuchar y conversar con mis amigas que viven el día al día siendo activistas. Por eso me gusta hacer un reconocimiento real de las feministas activistas. Yo soy feminista, soy una mujer que reconoce a sus pares y comprende su lucha. Pero no estoy activamente peleando por sus derechos fuera de mi zona de comfort. Hay abogadas, trabajadoras sociales, doctoras, enfermeras, periodistas, políticas que están en el día a día, sosteniendo la mano de madres que perdieron a sus hijas víctimas del femicidio, de ver a sus hijas o sobrinas violadas y sometidas a la condena social o a la cárcel por abortar. Conocer a estas mujeres maravillosas y activistas, me da un baño de realidad tremendo: todas y cada una de ellas están jugándosela contra un sistema corrupto y patriarcal, lleno de estratagemas judiciales y abuso de autoridad. Pero sobre todo, lleno de clasismo y racismo. 

He aprendido tanto a través de mujeres valientes y su activismo a reconocer que el feminismo es una lucha de clase y de inclusión social. Es una lucha para ayudarnos a las mujeres, pero sobre todo, a las mujeres más pobres y desamparadas. Aquellas que no acceden a un sistema de educación de calidad, con problemas de violencia intrafamiliar, acceso a recursos... peor aún, víctimas de racismo y exclusión socioeconómica. ¿Cómo no pensar en el feminismo como una ideología que busca igualdad para todas, pero sobre todo, para las más necesitadas y olvidadas? ¿Cómo pensar en feminismos snobs cuando las mujeres indígenas, afro y mestizas de nuestro país son las más castigadas por nuestro sistema de justicia?

Cuando se dan recortes para la lucha contra la violencia de género, cierre de escuelas fiscales, despido masivo de servidores de salud y un debilitamiento del sistema de justica ¿qué feminismo está luchando por esas miles de mujeres y niñas olvidadas en una pandemia que las encierra con sus agresores muchas de las veces?

Sí, el feminismo no puede ignorar las luchas sociales. El feminismo es en sí una lucha social. Las mujeres nos sostenemos entre mujeres pero yo sí doy un paso a un costado para reconocer a mis amigas y conocidas que luchan día a día, desde sus trincheras, para defender a esas mujeres que más lo necesitan. Ellas lo han hecho por años. Pero en 2021 el nuevo presidente tiene que tener una política sostenible social y financieramente para los próximos años. Sin una política de inclusión de la mujeres, sin recursos para luchar contra la violencia, sin despenalizar el aborto, todas las propuestas de Andrés Arauz y Guillermo Lasso serán marketing político.

Este es mi llamado público y directo, como mujer, como feminista, a los dos candidatos: las mujeres ecuatorianas necesitamos un compromiso contundente, de inversión de recursos, construcción de política pública, creación y fortalecimiento de instituciones que velen por el bienestar de todas las mujeres pero especialmente, las más vulnerables, históricamente olvidadas por nuestro país. La búsqueda de igualdad e inclusión es feminista.


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