martes, 28 de febrero de 2023

No es drama, es que hace calor

 Rescato este texto que no publiqué el 7 de julio de 2011. Me parece increíble que casi 12 años después, los desafíos ambientales de la ciudad se mantienen, al igual que el mismo partido se mantuvo por ese mismo periodo. Me gustaría contarle a la Malú de 26 años del 2011 que pasarán más de una década
antes de ver una nueva tendencia en la autoridad ambiental local. El nuevo alcalde, de una tendencia política diferente a la lista 6, Aquiles Álvarez hereda una ciudad abandonada por décadas en materia de gestión ambiental. Hablar de lo que se viene será motivo de otro texto.

Por ahora me parece valioso ver el análisis de aquella época.

De por qué el desorden en Guayaquil, en su sociedad, economía, política y urbanismo provoca tanto calor y malestar

Es fácil sacarse la responsabilidad. Decir que el calentamiento global es culpa de los gringos por no firmar el acuerdo de Kioto. O de los chinos, por ser millones e industrializados.

Nosotros en nuestro pueblito no debemos preocuparnos, si al fin y al cabo somos un lunar pequeño en este mundo tan grande.

Pero, ¿por qué quedarnos fríos? aunque realmente no estamos fríos sino recontra acalorados, porque resulta que en Guayaquil como que hace más calor. Si eres guayaco o vives en el puerto aunque naciste en otro lado, es importante estar consciente de algunas cifras que detallo a continuación:


Hace más calor. Es un hecho. Según la última comunicación Nacional sobre Cambio Climático de 2010 y de acuerdo al INAMHI, entre 1960 a 2006 hubo un incremento de 0.8°C en la temperatura media anual. Este dato es preocupante porque en 46 años, la tendencia no es que se mantiene o disminuye, sino que aumenta. Todas las implicaciones las ampliaré en otro post, pero en resumen, el aumento de calor afecta tanto a humanos como a animales. Especialmente en la salud.

Sí, hace más calor porque la ciudad crece: no solo se industrializa, sino que recibe en su suelo a miles de migrantes que abandonan el campo y se hacinan en los cordones de pobreza periféricos, sin acceso a servicios púbicos calidad. Ni hablar del impacto ecológico que esto implica, por ejemplo con la quema de miles de hectáreas de bosque seco solo en la zona de Flor de Bastión (entre la Perimetral y atrás de la vía a la Costa) y Monte Sinaí, entre otros.

Todo, cortesía de las mafias que trafican con tierras, entre partidos políticos tradicionales, autoridades solapadoras y uno que otro padrino criollo.

El crecimiento de la ciudad, por otro lado, motiva el aumento del parque automotor, no solo de las clases medias y altas, sino también del transporte urbano (este último bien manejado y con ordenamiento podría contribuir a mejorar la calidad ambiental de las urbes). ¿Por qué nos debe preocupar eso? Porque resulta que el 60% de la contaminación de la ciudad proviene de la combustión que generan las toneladas de gasolina que consumen los carros en Guayaquil. (según Estudio de Contaminación Industrial y de otras fuentes realizado en 1998 por la consultora Espey Houston para el Municipio de Guayaquil).

Tampoco olvidemos el tratamiento que se le da a las 2500 toneladas de basura que a diario genera la zona urbana de Guayaquil. En el botadero Las Iguanas, hay algunos problemas en el tratamiento de desechos sólidos: la ausencia de clasificación de desechos, política de reciclaje y falta de control de los desechos hospitalarios son la tarea pendiente de Puerto Limpio. Pero más que nada del Municipio de Guayaquil por no establecer bases más estrictas en el concurso para el concesionario que manejará la basura de la ciudad más poblada los próximos 6 años.

En todo caso, las cifras están ahí y es hora de empoderarnos y empezar a participar más activamente en el plano ecológico de nuestra ciudad. Esto, exigiendo a nuestras autoridades un mayor compromiso con el cuidado de la ciudad para nosotros. Mayor control de calida dambiental en la indsutria; auditorías a Interagua y Ecapag por el manejo de aguas lluvias y aguas servidas en barrios aledaños al estero salado; recuperación de parques en los barrios y siembra de árboles nativos en bordillos y veredas de la ciudad, para climatizar las calles (sin árboles, la sensación térmica puede aumentar hasta en 5 grados centígrados sin árboles que den sombra).

Son ideas para empezar. 

Hola de nuevo

Escribir para hacer catársis no basta. Es momento de volver a escribir con un motivo, con un sueño de un país más inclusivo, sostenible fina...